«Para no acabar haciendo el necio, prefiero no empezar haciendo el listo»
William de Baskerville («El nombre de la Rosa»)
«[…] sin embargo, imaginando órdenes falsos habéis encontrado algo…»
Adso de Melk («El nombre de la Rosa»)

domingo, 29 de julio de 2012

el vacío que estoy si(gui)endo, el vacío que no soy... o parece que Tozan tenía razón

yo: una ausencia, un nombre, unos referentes (los cuales, precisamente porque no tienen nada que ver conmigo, tienen que ver conmigo en esta situación concreta. He ahí la aporía y paradoja, la arbitrariedad y labilidad de mí, lo que soy es gracias a lo que no tiene que ver conmigo, no soy sino esa fisura, ese espacio vacío que entrelaza arbitrariamente -o al menos en parte- un mundo de cuerpos, lenguajes y relaciones... o más aún, ese entrar y salir de él.

Alimentarse «simbóléticamente»... imaginación que alimenta y el desafío del excedente

Alimentarse «simboléticamente» es un desafío, redescubrir la dimensión simbólica de cuanto confiere al ser humano lo necesario para vivir y sobrevivir (desde alimento material hasta lo que lo "realiza" y plenifica), y hacerlo éticamente.


Desafíos para pensar y vivir:


Pensar y vivir una abundancia en la que el sobrante no sea desperdicio, 
ni la satisfacción aislamiento o embotamiento...


Pensar y vivir una plenitud en la que ni el dinero ni la lógica que lo dota de carácter divino -dado su poder para "cumplir deseos"- sean condición fundamental...


Pensar y vivir desde y con lo pequeño e impotente, lo marginado,
desde el ponerse en juego...


Salvar al ser humano implica no dejarlo morir de hambre... ni morir comiendo solo