la identidad no es un cuerpo un vestido un nombre una creencia un poder o una carencia,
es una lectura...
Es un asunto de huellas, de rastreo, de vacíos y ausencias con forma... no se postula un autor, sino que su sola presencia nos mueve e inquieta... escritas en otro lenguaje ajeno al propio, sólo así se les evoca en justicia y nombrarlas no significa pretenderse dueño...
«Para no acabar haciendo el necio, prefiero no empezar haciendo el listo»
William de Baskerville («El nombre de la Rosa»)
«[…] sin embargo, imaginando órdenes falsos habéis encontrado algo…»
Adso de Melk («El nombre de la Rosa»)